Cuando nos vemos abocades a la injusticia y la violencia, el apoyo debe ser más firme y ruidoso que nunca. Y cuando el origen de estas situaciones sigue repitiéndose y repitiéndose, debemos preguntar en voz alta si ese apoyo no estará siendo insuficiente, demasiado puntual, escaso en este sector laboral donde buscamos compartir vida y afición. En los últimos días, este luto tristemente periódico no se ha repetido una, sino dos veces más, y mostrando dos siluetas diferentes pero igualmente graves.
Primero fue Jen Herranz, compañera streamer, presentadora y redactora que ha aportado valor a nuestro mundo de videojugadoras en infinidad de formas. Tras años de contenido propio y colaboraciones, Jen se ha visto forzada a retirarse por el peso del acoso y el machismo. Insultos y vejaciones constantes en redes, exposición de datos privados, acciones contra ella fuera de internet… Ataques que recibía día sí y día también que no buscan sino rompernos, quebrar todo lo bueno que construyamos y compartamos, por el simple hecho de ser de un género que, a sus ojos, no merece disfrutar de los videojuegos ni formar parte de ellos. Ahora ha sido Jen, igual que en el pasado fueron otras, pero ninguna de ellas es culpable de ser víctima ni son olvidadas por ello. Por eso, desde FemDevs condenamos cada agresión y mentira con las que se ataca sistemáticamente a la mujer dentro del sector del videojuego; y condenamos toda muestra de acoso, complicidad e incitación al mismo, de cualquier forma y tipo.
Poco después se hizo pública la inesperada decisión de Marta Trivi. Para sorpresa de muches, Marta renunció a su presencia en Twitter y dejó AnaitGames. Tras un largo período de periodismo y activismo en los videojuegos, se vio en necesidad de decir adiós a esta etapa con la que tanto nos ha aportado y regalado. Si bien también fue víctima de una enorme cantidad de acoso y discriminación machista por su posición pública de relevancia, no han sido estos los detonantes de este cambio. Los motivos han sido otros, propiciados por un mal muy arraigado en nuestra profesión: la explotación, las paupérrimas condiciones laborales, la precariedad con la que les periodistes batallan perpetuamente para mantenerse a flote. En un sector en el que la inmediatez y la cantidad priman por encima de todo, en el que se debe producir constantemente y en el menor tiempo posible, el agotamiento ha sido suficientemente mayúsculo como para que Marta se vea obligada a dar ese paso a un lado. Se aleja una profesional a la que echaremos muy en falta, que ha sido una voz guía y de ejemplo para incontables aficionades y profesionales, drenada por unas exigencias que no podemos seguir tolerando. Y es por ello que desde FemDevs condenamos también la precariedad del periodismo en el sector de los videojuegos, y condenamos las malas condiciones laborales y la desproporcionada cantidad de horas de trabajo que se exigen a cambio de remuneraciones irrisorias.
Pero aún nos queda otro pecado por condenar, y es el que más adeptos demuestra tener. Por todas las personas que, aun teniendo los medios para ayudar a cambiar las cosas, prefieren callar y quedarse al margen, o que desde la hipocresía publican un oasis de halagos y lamentos antes de volver a su indiferencia de siempre, condenamos el silencio que les convierte en cómplices de estas violencias y explotaciones. Nada cambiará si no queremos luchar, nadie luchará si no queremos dar el primer paso. Ante la realidad de la violencia en todas sus formas, la inacción es en sí misma una acción: una acción de abandono contra quienes necesitan ese apoyo, una forma de mancharse las manos a escondidas pero con la misma sangre.
Por todo ello, y para sentenciar este comunicado con la determinación que queremos transmitir a cada víctima y culpable, desde FemDevs reivindicamos, una vez más, la sororidad en una lucha contra el machismo y la LGTBIfobia que nos afecta a todes, y reivindicamos el compromiso de persistir y apoyarnos contra todo tipo de explotación y precariedad hasta lograr que este sector sea más justo para todes. No sois, ni somos, les culpables de estas violencias; somos víctimas, y nuestra voluntad seguirá inquebrantable hasta que todas estas injusticias dejen de tener cabida en nuestras vidas.
El equipo de FemDevs